La actividad no defraudó tanto a niños como mayores. Después de subir hasta la cueva por una empinada pendiente, nos pusimos el traje de faena y nos adentramos en su interior. Desde el inicio se requiere arrastrarse, serpentear hasta que se abre una de sus galerías. Subimos de desnivel y empezamos a ver las primeras formaciones geológicas. Estalactitas, estalagmitas, pilares, tubos formados por el agua durante cientos, miles de años.